Allí estuve 20 años en mi carrera corporativa como profesional de aprendizaje y desarrollo. Chico, estaba subiendo esa escalera corporativa. Trabajaba 65 horas o más a la semana y hacía todo lo posible para "hacerlo todo". Estaba tomando un medicamento ADD para ayudarme a despertarme y concentrarme, un medicamento para ayudarme a calmarme y un antidepresivo. Amigos, no tengo ADD. Tomar medicamentos para el ADD era una forma de mejorar mi desempeño. La razón por la que estaba "deprimido" era porque era un zombi corporativo; sobrecargado de trabajo y abrumado. Ahora, no estoy diciendo que tomar medicamentos sea malo, estoy ilustrando que lo que estaba tratando con medicamentos era una vida desequilibrada. No es un desequilibrio químico. había perdido mi camino. Era 90% café porque beber demasiada agua significaba que podría tener que ir al baño y perderme una reunión importante. Yo era un tipo A todo el camino.

De repente y lo que sentí como todo a la vez, me perdí. Me había convertido en alguien a quien apenas reconocía. La presión y las largas horas de trabajo me habían convertido en una persona que ni siquiera yo quería. Recuerdo que estaba tan quemado que mi diálogo interno estaba maldiciendo. ¡Sí! ¡A mí! Estaba maldiciendo a la gente en mi cabeza mientras conducía al trabajo. Estaba murmurando malas palabras en voz baja a mis colegas. Estaba tan ENOJADO y frustrado que no sabía cómo había llegado allí o cómo salir.

Eventualmente, mi cuerpo se rindió. A través de todo este estrés y desgaste, me enfermé gravemente en 2012 y tuve dos cirugías consecutivas (con 2 semanas de diferencia). Primero mi vesícula biliar y luego mi apéndice. Recuerdo haberle preguntado al médico '¿por qué mis órganos se están apagando? y ¿qué debo hacer para recuperar el equilibrio?" El médico respondió: "Come sopas y sándwiches y estarás bien". muy lejos en mi camino hacia la curación. Necesitaba un enfoque holístico para tratar mi mente, cuerpo y espíritu. Comencé mi búsqueda de cualquier cosa que pudiera ayudarme.

Bueno, un día estaba charlando con mi esteticista y me recomendó probar Reiki. Ella compartió cómo la había ayudado con la ansiedad. Pensé bien, intentaré cualquier cosa. Recuerdo ir a mi primera sesión de Reiki, sin saber qué esperar. El practicante de Reiki me escuchó con compasión. Me explicó que estaría completamente vestida en la mesa de masajes y que colocaría las manos sobre mi cuerpo y directamente sobre mi cuerpo para estimular el flujo de energía y la relajación.

Al principio, estaba aprensivo, entré a la sesión con un saludable nivel de escepticismo. Una vez que ella comenzó a trabajar conmigo, fui muy consciente de mis pensamientos. ¡Habían tantos! Estaban corriendo, malas palabras y todo. Mientras continuaba, me di cuenta de que mis pensamientos se habían ralentizado y se sentía casi inexistente. El calor de sus manos era reconfortante y poderoso. Mis músculos se relajaron, mis hombros se relajaron, mi respiración se hizo más lenta. Me sentí como si estuviera flotando.

Después de la sesión, el terapeuta de Reiki me preguntó cómo me sentía y dije "¡Guau! ¡Me siento increíble! ¡Transformada! Le pregunté "¿cuándo puedo volver?" Reservé una sesión para la semana siguiente. La vi una vez a la semana durante los próximos meses. ¡Sí! Una vez a la semana. Porque estaba destrozado, destrozado. Mis compañeros de trabajo comenzaron a comentar sobre mi apariencia. "¡Estás radiante!", decían. "¿Cuál es tu secreto? "Sin que ellos lo supieran, estaba recibiendo Reiki. Ese era mi secreto.

Así que sí, me ayudó a relajarme y brillar, pero eso no es todo. Internamente, los pensamientos acelerados se ralentizaron. Empecé a gravitar hacia actividades que eran más saludables para mí. En lugar de tomarme 3 o 4 martinis para relajarme, estaba incorporando yoga, meditación y bebidas verdes. Tomaría descansos de 5 minutos en el trabajo para meditar en una oficina de la esquina. Tenía una calma y discernimiento, una fuerza y una firmeza atravesándome. Estaba empezando a entender cómo se sentía el equilibrio.

Bueno, como todos saben, ese es solo el comienzo de mi historia porque aquí estoy ahora como un maestro de Reiki. Estén atentos para escuchar el resto de la historia.

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